A este ritmo, para el final del verano, los viajes aéreos podrían estar de regreso, similar al año 2019 antes del COVID-19, desafiando aquellas predicciones de algunos expertos donde señalaban que el año 2022 volvería a la normalidad.
La Administración de Seguridad en el Transporte (TSA) informa dos nuevos registros posteriores a la pandemia de este fin de semana: el día más importante para viajar y el período más grande de cuatro días, son de jueves a domingo, desde que el virus golpeó hace más de 15 meses.
La TSA procesó 2.167.380 pasajeros en los aeropuertos de los EE. UU. el último fin de semana, 27 de junio; el día más importante desde que 2.198.517 personas pasaron por seguridad el 5 de marzo de 2020, 11 días antes de la fecha cuando se conocía que los viajes aéreos comenzaban a cerrarse en todo el mundo.
Además de eso, la TSA tiene un nuevo registro post-pandémico de cuatro días, de jueves a viernes, de este fin de semana pasado. A partir del 24 de junio y hasta el domingo por la noche, 8,308,996 personas pasaron por seguridad.
Eso es más de 205,000 personas que viajaban sobre el récord anterior de cuatro días después de la pandemia de 8,103,682 de la semana anterior del 17 al 20 de junio, y eso fue que 189,302 pasajeros abordaron mejor que la semana anterior del 10 al 13 de junio, cuando 7,914,380 tomaron El aire.
Entonces, ¿Cómo se compara eso con el año excepcional de 2019? Se vio que durante el mismo período de viaje de hace dos años, del 24 al 27 de junio, volaron unas 10.442.613 personas. Eso es un 21,5 por ciento más que el fin de semana pasado.
Si los viajes aéreos continúan a este ritmo de agregar en aproximado a 200,000 pasajeros más cada semana durante los nueve fines de semana restantes en verano hasta el Día del Trabajo, las cifras para el año estarán a una distancia sorprendente de 2019, cuatro meses antes de que termine el año.
